Todos los participantes del mes de enero están en el Barros Luco desde el domingo 27. ¡Son 30 personas! Forman parte del grupo dos chilenos, Franz Kroeger y Ronald Larenas, funcionarios del Ministerio de Bienes Nacionales. Se quedarán una semana con nosotros para trabajar en aspectos relacionados al proceso de inclusión de Madre de Dios en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Por la tarde, durante una reunión-briefing-planning dirigida por Bernard, se definen los objetivos de los próximos días. Principalmente, hacer todo lo posible para que los que van a regresar a Francia a principios de febrero puedan aprovechar al máximo. No hay tiempo que perder… En 6 días se embarcarán tras atravesar, previsiblemente, el Paso del Indio, que conecta el seno Barros Luco con el seno Egg. Luego una lancha rápida de la Armada de Chile apoyará el relevo de equipos. Natalia pasa horas gestionando a distancia los transfers, bus, hostal, etc.
El tiempo no es del todo malo. Tres equipos salen a terreno a bordo del Don Arturo debido a las restricciones de combustibles fijadas por Bernard. Entre dos depósitos de gente, el Don Arturo regresa de inmediato a la caleta Última Patagonia para descargar la bodega. Dispondremos de la lancha hasta principios de febrero.
Un equipo con Richard, Stéphane J, Serge, Laurent, Charlotte, acompañados por Bertrand y Christian para la película, se dirige a la Cueva de la Punta Blanca, explorada en 2017 alcanzando un desarrollo de 2.640 m. Esta cavidad, de perfil predominantemente horizontal, se sitúa a pocas decenas de metros sobre el nivel del mar. Presenta conductos a menudo amplios donde se acumula “palomitas” o “cabritas”, unas concreciones producto de la evaporación por una corriente de aire bastante fuerte en las galerías. ¡Prueba adicional de esta corriente de aire, Richard observa estalactitas que se han desarrollado en horizontal! A menudo, en el suelo se encuentran cantos rodados que no son de caliza, sino de roca volcánica o de granito, probablemente transportados hasta ahí por los glaciares y que no quedaron atrapados en la cavidad al final de la era glaciar.
No obstante, el objetivo principal de esta visita es tomar muestras de unas varvas glaciares que Richard había visto en 2017. Esta acumulación (de varios metros de altura) de finas capas de varvas glaciares (residuos de la trituración de las rocas por los glaciares, es decir, la «harina» de cantos rodados) da fe de una época tardiglaciar (es decir, finales de la última glaciación) donde circularon enormes cantidades de agua liberada durante el deshielo estival y provocando que las cavidades entraran en carga. El agua depositó, pues, finos limos en las partes bajas, inundadas, de la cavidad. Luego, una circulación por el río fue limpiando estos sedimentos, dejando, en ocasiones, verdaderas secciones naturales de varvas glaciares acumuladas. En esos sedimentos es posible encontrar las variaciones climáticas. Stéphane y Charlotte realizan el muestreo. Consiste en introducir en la “pared” un canalón de aluminio en el que se conservarán los sedimentos, incluso los más frágiles, hasta llegar al laboratorio. Los análisis permitirán remontarse en el tiempo desde el fin del periodo glaciar para comprender más sobre la transición entre el régimen de los glaciares y el de los karsts.
Durante este tiempo, en la misma bahía de la Punta Blanca, los buzos (Loïc y Clément) descubren una resurgencia que se había localizado en 2017 pero que no se había explorado. De ella sale un enorme caudal que se ve en superficie. El agua salobre de la bahía proviene del aporte de agua dulce desde un orificio situado a 3m de profundidad. La corriente es fuerte dado que la salida no es muy amplia.
Como ambos buzos están equipados con recicladores (con una seguridad de dos botellas de 7 litros), pueden realizar inmersiones especialmente largas. Tal y como lo indica su nombre, este aparato respiratorio recicla el aire expirado por el buzo. Este aire atraviesa una preparación de cal que absorbe el CO2 emitido por el organismo. Una pequeña botella de oxigeno añade el 2% de oxigeno consumido por los buzos para conseguir aire perfectamente respirable y poder, así, continuar.
Clément desenrolla el hilo guía y Loïc lo sigue con la cámara submarina. Tras 50m de progresión todo es agua dulce con buena visibilidad. Cambia las posiciones y Loïc busca la continuación por un conducto que sigue siendo pequeño con continuaciones que salen en todos los sentidos. Por la que están no logran avanzar, así que dan media vuelta y encuentran un pozo que desciende a -29 m antes de remontar suavemente y volver a salir del agua. En la salida de este primer sifón (S1), un pozo de 10 m comunica con ¡un bosque exterior! El segundo sifón (S2) se franquea tras superar un paso bajo situado a 27m (150m de largo). Luego, remontan una galería seca por 50 metros escalando un resalte de 5 m hasta topar con el tercer sifón… ¡Vaya suerte! ¡Continúa! Bautizada como la resurgencia Hongo, en esta primera exploración se consigue bucear 370m de sifón de una sola vez, con un punto bajo a 27 metros y buenas perspectivas de que continúe…
Hacia las 19 horas, el Don Arturo viene a buscar al equipo para llevarlos al campamento base. El uso de esta embarcación interesa por dos motivos: puede superar olas que suelen ser fuertes en la entrada del Barros Luco; permite trasladar a varios equipos de una sola vez.
Situada en sentido opuesto a la Punta Blanca con respecto del campamento base, esta cueva se encuentra cerca de la Cueva de las Tres Entradas Más Una, la cual, con sus 2.779m topografiados, es la más larga de Madre de Dios. La exploración, que Sébastien, Jean-Phi y Georges dejaron en stand-by por falta de material, se retoma hoy lunes 28 de enero. Stéphane Maiffret reemplaza a Séba. El sistema sigue remontando, así que hay que seguir en escalada. Jean-Phi, asegurado por Georges, realiza las escaladas, mientras que Stéphane les sigue los talones levantando la topografía.
Por desgracia, esta cueva parece ser un sistema superior que remonta por dentro del macizo. Comunica con el exterior por una serie de bocas que se abren en una falla inclinada. La perspectiva de unir esta cueva con la cueva vecina de las Tres Entradas Más Una se aleja. Las aguas quizás se encuentren más abajo, por conductos no aptos para espéleos…
A la salida, se desinstala la cavidad.
Arnaud, Sylvain, Séba y Lolo lanzan el primer campamento avanzado de la expedición a la zona llamada “Sumidero”, que se sitúa encima del campamento base hacia el noreste. Se trata de una franja de arenisca sobre la que circulan ríos que se pierden en las simas que han excavado al contacto de la arenisca con la caliza. A las 15h, tras largos preparativos, se ponen en marcha. El camino se conoce bien desde 2017. Es el único campamento al cual se puede acceder a pie desde la cabaña. Se remonta hasta un collado con vista al Pacífico; se supera el collado que da paso a la “meseta noruega”, sin ni un árbol. Tras atravesar una zona de un majestuoso bosque primario, se accede a la zona de los sumideros, una serie de ondulaciones donde han crecido árboles. Pasan de largo el antiguo campamento Sumidero de 2017 para montar uno nuevo más cerca de los nuevos objetivos: una serie de sumideros localizados por fotos satelitales. Algunos días antes, Jean-Phi, Clément y Charlotte habían subido a la zona tres petates llenos de material (tiendas, hornillos, comida liofizada, cuerdas y anclajes. Pero las coordenadas de GPS del punto de depósito son incorrectas… Lo sitúan a 13km de ahí… Tardarán casi una hora en encontrar, finalmente, los tres petates, cuando ya se planteaban regresar al campamento base. Se montan las dos carpas en un lugar al abrigo del viento y una lona a modo de avancé para las comidas en común...
Todavía tenemos que acabar de descargar el material del Don Arturo: material, víveres, equipos. Para ello, se pone en marcha el cabestrante de Florian para accionar la tirolesa de cable de acero de 12mm de diámetro y de 140 metros de largo.
Es un proceso largo, pero se logra subir todo, tanto los enormes bidones de los buzos (repletos de una cantidad descomunal de material), como las maletas del equipo de cine, los sacos con comida, los bidones de combustible, las botellas de gas o la cocina del equipo glaciar…
Por la tarde, los equipos salen, finalmente, hacia sus objetivos del día.
Ha granizado y nevado durante toda la noche. Por la mañana, todavía queda granizo sobre los arbustos. ¡Suerte que es verano! Dejando sin explorar, expresamente, la sima de las Lágrimas para los participantes de febrero (cavidad explorada en 2017 con final sobre río a unos -120m), se dirigen hacia el norte donde se habían localizado bocas en fotos aéreas. En la primera, un bonito riachuelo de superficie acaba en un derrumbe impenetrable. Ídem en la segunda. Se alternan lluvia y granizo cuando llegan a la tercera, la sima del Arco, muy estética, que comparte con las otras el mismo lamentable fin. De regreso, pasan por la caliza con la esperanza de dar con una sima, pero la zona presenta demasiada fracturación como para ofrecer entradas penetrables. Solo hay una cavidad interesante que continua con un pozo… Habrá que volver a ver… Y en esto que llegan al borde de un bosque. Según el GPS les quedan 1,3km por delante. En este tramo invertirán 3 horas. El bosque es magnífico, repleto de fallas y troncos encadenados y, el conjunto, recubierto por el musgo y los líquenes. Cerca del campamento, se revisa un sumidero con un gran cono de derrumbe por donde se pierde el río. Queda un paso estrecho que se supera arrastrándose… arriesgado en caso de crecida. ¡Mala suerte!
Bernard quiere que se abra un tercer acceso al plateau calcáreo de la zona norte de la isla, justo encima de la cueva de las Tres Entradas Más Una. Un equipo conformado por Sylvain, Clément y Jean Phi han pasado horas en la zona. Ahora, otro equipo ataca por un pequeño seno que termina al fondo de la cueva de la Petite Chinoise. Aquí, las calizas llegan hasta el agua, lapiaces en abrupta pendiente engarzados por vegetación. Machete en mano, buscan abrirse camino… pero sin exito. ¡Segundo intento fallido de acceso!
En el campamento base, un extraño equipo progresa hacia un pequeño lago que usamos para captar el agua de la cabaña. Un Bombard rojo intenso, porteado por cuatro fortachones, abandona el horizonte marino para aventurarse en este lago, al que le hemos puesto el nombre de nuestro querido José Mulot, fallecido en 2018. Stéphane, con la ayuda de Laurent, prevé realizar la batimetría del lago y sacar un testigo de limos acumulados en el fondo. Mientras, Cyrielle ayuda bajo el agua para recuperar lo mejor posible los testigos íntegros. El lago tiene 4 m de profundidad como máximo y se extraen dos testigos de 0,60 y 1,30 m en el centro del lago…
Laurent, Loïc y Cyrielle se sumergen en las aguas de la Petite Chinoise para realizar un reconocimiento de los fondos marinos y, luego, prueban suerte cerca de la isla Renato, en el eje de la corriente dominante del Barros Luco. Hace tres semanas que Cyrielle busca corales, pero sin éxito. Aplicando los datos medioambientales ideales para la presencia de corales (agua fría, poca profundidad, corriente importante), se consigue dar con ellos. A 22 m de profundidad, encuentra algunas colonias de corales de un rojo intenso (errina antarctica) en un saliente de la pared e incluso gorgonas (gorgonocephalus). ¡Habrá que regresar con la cámara!
Mowgli y Vincent se habían quedado en 2017 en el sifón de la Petite Chinoise a una profundidad de 39 metros. Clément y Loïc se sumergen; Laurent Mestre los asegura y verifica el estado del hilo guía en el sifón 1. De nuevo, el saber-hacer de nuestros buzos obra maravillas. El sifón 1 mide 35 m con un punto bajo a - 5 m. El intersifón es, de hecho, un río subterráneo que ocupa todo el ancho de la galería con una fuerte corriente de agua. Llegados al punto final de Vincent, es decir, 25 m de recorrido en el sifón, empalman su hilo guía y continúan los dos, mientras que Laurent da media vuelta. ¡La galería mide 5 metros de alto por 10 de ancho! Continúa en la misma dirección (nornoroeste). A -50 m, llegan a una sala de 15 x 15 m. Sigue por una galería más estrecha, con poca pendiente, con un lecho de gravilla lisa. A -62 metros, cuota máxima prevista para los buceos previstos en la expedición por motivos de seguridad, dan media vuelta. En este punto, la galería continúa en la misma dirección, más horizontal… Han añadido 71 m de longitud en el sifón. En vista de la profundidad, no parece que se pueda seguir avanzando. Al regresar, levantan la topografía y terminan con 15 minutos de descomprensión entre los 9 y 6 metros (temperatura del agua: 5°C).
En el campamento 2 Sumidero, han pasado una buena noche a pesar de las lluvias. Al amanecer, una breve calma les permite secar la ropa mojada del día anterior. Deciden continuar la prospección, pero en las planicies de la Garganta y del Útero (dos cavidades de grandes dimensiones exploradas o revisitadas en 2017). Regreso a la cabaña con una sola nueva cavidad. En resumen, a parte de las Lágrimas, que deberá finalizarse en febrero, el sector parece haberse terminado.
Bernard no se rinde y lanza otro equipo, constituido por Jean Phi, Stéphane Maifret, Charlotte, Jean-Marc, Lionel, Denis, Franz y Ronaldo, que inician su misión con el firme propósito de abrir un acceso hacia el plateau. Esta vez será la vencida. El “sendero” no parece ser difícil, a parte de algunos pasos en escalada en los que se instalan cuerdas con nudos para dejarlas en fijo. Encuentran bellas formaciones con simas visibles; una, con una profundidad estimada de ¡80 metros! Por fin podremos lanzar campamentos para explorar este plateau calcáreo que promete. Dejan algunos petates con material y víveres para el siguiente grupo.
El último día de enero, Natalia, Richard y Sylvain acompañan a Franz y Ronald, (de la Unidad de Gestión Territorial y Patrimonio y la Unidad de Catastro de la Seremi de Bienes de la XII Región, respectivamente). Han venido expresamente durante la expedición UP2019 para visitar este terreno fiscal. De hecho, el Ministerio ha decidido realizar una concesión a corto plazo de las 50 hectáreas que circundan la cabaña a Centre Terre. Es un gran acto en reconocimiento por parte del Ministerio de Bienes Nacionales a los más de veinte años de trabajo realizado por Centre Terre y, más exactamente, para la joven Asociación Espeleológica de Patagonia, dirigida por Natalia Morata que, una vez establecida en Puerto Natales, asegurará la continuidad de las exploraciones y de los trabajos realizados en Madre de Dios.
Laurence dedica todo el día a levantar el inventario del stock de víveres y bebestibles. Habrá que reabastecerse aprovechando la llegada del equipo de febrero, que llegará en barco. A fin de cuentas, parece que hay suficientes existencias, pero completaremos con productos frescos, lácteos, fruta y verdura y un poco de charcutería.
Esta mañana es zafarrancho de combate. Tres equipos salen hacia las Tres Entradas Más Una: uno para instalar un campamento de altura en el plateau calcáreo; otro a tomar muestras de bacterias en la entrada de la cueva y realizar una inmersión filmada en la zona de los corales rojos; y, el tercero, a progresar por el difícil terreno hasta el final de la cavidad para sacar una estalagmita con fines científicos. Este nutrido equipo se embarca en el Don Arturo, el capitán del cual, Eduardo Antigual, con la ayuda de Sergio Ojeda, no duda en acercar la proa a una pared para facilitar un desembarque con cero dificultades.
Los primeros en desembarcar son los candidatos a explorar el plateau calcáreo: Georges, Florian, Séba, Jean-Phi, bien cargados, a quienes Arnaud, Loïc y Clément ayudan a subir carga. Estos últimos regresarán esa misma tarde.
Las estalagmitas no son solo de decoración. De hecho, son fuente de todo tipo de informaciones sobre el pasado, principalmente, y sobre el clima que existía en el macizo de caliza en el momento de su formación. Charlotte, que empieza su tesis sobre paleoclima en la universidad de Innsbruck, sueña con poder llevarse una.
Pero las estalagmitas escasean en Madre de Dios. Las condiciones para que se formen no siempre se dan en estas cavidades tan recientes. Sin embargo, los exploradores de 2017 fotografiaron algunas en el fondo de la cueva de las Tres Entradas Más Una, a unos kilómetros de la entrada… La aguja del pajar.
Empiezan filmando la instalación de un captor de ultrasonido en la entrada de la cueva, en colaboración con un investigador chileno especialista en quirópteros, con el objetivo de comprobar su presencia registrando los ultrasonidos, ya que no hemos visto ningún murciélago. Luego, se adentran en la cavidad iniciando una dificultosa progresión hacia el fondo. Dos equipos se forman naturalmente, con Charlotte, Bernard y Bertrand delante, seguidos de Lionel, Denis y Stéphane Maiffret. Pequeño contratiempo: Denis pierde su bloqueador, que cae a la base de un pozo-falla estrecho de donde lo recupera Stéphane, descalzo, con un dedo del pie… Un poco más adelante, otro contratiempo: ¡la cuerda atascada en el pozo! Tendrían que haber descendido por resta cuerda. Marcha atrás, reunión, se toma el buen camino. El primer equipo se va por el P40 que da a una antigua base de la cavidad. Finalmente, tras 3 horas de navegación, llegan a las dos estalagmitas. A Charlotte le brillan los ojos. Elige una de las dos y la saca limpiamente con su base… Más de tres kilos que habrá que cargar…
De regreso, una parte del grupo verifica algunos puntos de topografía con errores del 2017. La salida al exterior se realiza a las 21 horas. Ya no queda más que encontrar el lugar donde el equipo del Don Arturo ha amarrado el Bombard C5 para regresar al campamento, a poca velocidad y con la noche asomando la nariz.
Una colega especializada en bacterias en zonas extremas ha pedido a Laurent Morel que le lleve algunas muestras sacadas de un medio subterráneo. Las bacterias están en todas partes de nuestro planeta. Incluso se supone que la vida empezó con ellas. ¡En biomasa y en biodiversidad, las bacterias las number one en el planeta! Lo resisten todo, lo digieren todo, salvo la radioactividad… Colonizaron la tierra hace unos 3,6 mil millones de años.
Pero para ello, en todos los países del mundo, se necesita autorización para sacar muestras. De modo que serán entregadas al equipo de febrero, en el que participan dos especialistas chilenos en microbacteriología.
La cueva de las Tres Entradas Más Una es propicia para ello. Acompañado de Cyrielle, que vigila el protocolo, y ante la cámara de Luc, Laurent saca muestras de varios lugares escogidos criteriosamente: donde hay arena; donde hay concreciones visiblemente degradadas por las bacterias; y, finalmente, en un sector más húmedo.
A la salida, Luc toma 430 fotos del sitio arqueológico situado en el divertículo de la entrada 2 de la cueva, sitio localizado ya en 2008 cuando se descubrió. Presenta restos de fogata, numerosos restos de alimentos (mejillones, lapas, huesos de lobo marino, etc.) y, sobre todo, una pequeña pirca formada por bloques acondicionados. Es un lugar típico de un hábitat temporal de los Nómadas del Mar.
Una vez fuera de la cueva, Cyrielle regresa con Laurent Mestre y Yan a filmar bajo el agua el sector de corales rojos. Luc se encarga de filmar en superficie. Durante 13 y 28 m, pueden disfrutar observando la gran cantidad de colonias de corales rojos (60% están colonizadas por otras especies, entre otros, los crinoideos, gorgonas o bivalvos). Destacable es también la visita de un grupo de delfines, que los acompañan desde el inicio de la inmersión.
Aquí, no es fácil desplazarse al lugar que uno quiere cuando uno quiere. La gestión de lo colectivo prima por sobre las preferencias individuales. Hoy, los buzos deben reprimirse de bucear en el sector del faro… Elemento primordial situado en un islote próximo al paso que da a la cabaña y que Laurent Morel instaló la noche anterior con una baliza intermitente, ello con la finalidad de servir de guía a los C5 Bombard que navegan de noche…
Una inmersión de 35 minutos para Laurent, Mowgli y Cyrielle les permite descubrir un precioso lugar sobre una caída de piedras que desciende bastante y abruptamente (fin a -30 m) con bellos corales, poco colonizados por especies exteriores. Los corales son más grandes en este lugar y muchos son nudibranqueos (como mínimo, 5 especies distintas observadas), varios tipos de cnidarios.
El equipo de cine organiza una gran filmación sobre los lapiaces situados al inicio del sendero que se dirige a la zona norte explorada en 2017. Aprovechando la ocasión, otros equipos que quieren trabajar en la zona de la Punta Blanca se embarcan en el Don Arturo. Mientras tanto, Serge, Charlotte, Franz y Ronaldo dan un paseo por los lapiaces y toman fotos.
Arnauld y Sylvain retoman la exploración de la "Gatera”, que Denis y Bernard habían explorado rápidamente en 2017. Esta boca, que se abre en la Punta Blanca, ha permitido explorar un sistema que comunica con el sistema de la resurgencia “Hongos”, explorada hacía dos días por los buzos en la salida del segundo sifón. 110 m de topografía con una profundidad de 36 m. Todo ello empieza a ser indicativo de un gran sistema y, además, se acerca a la Punta Blanca… ¡Habrá que seguir!
Hace dos años, el mismo equipo (Jean-Marc, Stéphane M, Natalia y Laurent Morel) había localizado la entrada de esta cuevecita que se llama así por la pequeña cascada de la entrada. Siguen un pequeño curso de agua interrumpido por tres cascadas, observan varios rellenos y, todo ello, por unos 300 metros… Final en sifón y estrechez. Se levanta la topo y se desequipa.
Después de una semana de pena, este sábado el tiempo empieza a mejorar presentando una ventana inesperada para el relevo del equipo de febrero que se realizará con el buen Don Arturo entre el 3 y 4 de febrero.
Y, mientras esperan a que llegue el día, ¡ultimo día en terreno para los de enero! Se acelera en todos los sentidos, aprovechando la tregua climática…
Los dos Stéphane, Arnaud, Laurence, Serge, Charlotte se encaminan hacia el campamento Sumidero. Stéphane J prevé sacar muestras de varvas glaciares vistas en el Útero de la Madre, quizás la más espectacular y la más fácil de las cavidades del sector norte hasta la fecha. La cueva se re-topografió en 2017 y se exploró una continuación por una galería superior situada sobre el sifón terminal.
Loïc y Clément, apoyados por Mowgli y Laurent, retoman la exploración de la resurgencia Hongos. Se alejan del mar por el sifón 1, luego superan el sifón 2. La exploración empieza en el sifón 3, que mide 80 metros de largo con un punto bajo a -4.
¡Bingo! Llegan a… ¡la Punta Blanca!
Si añadimos la conexión entre la Gatera y la resurgencia Hongos realizada anteriormente, lo que tenemos es un sistema complejo que debiera superar los 3.000 metros (pendiente de los datos de la topografía) y que se convierte en ¡el sistema más largo de Madre de Dios!
Esta jornada sin viento, con un cielo bajo y nublado que de vez en cuando suelta alguna bruma, es un buen indicio de mar calma. Bernard, Natalia, Jean-Marc y Bertrand se suben al Don Arturo para intentar llegar a una resurgencia que desemboca en el frente Pacífico, al norte de la embocadura del seno Barros Luco. En las fotos aéreas, se ve que este curso de agua sale a los pies de una pared, da dos amplias curvas y, luego, llega al océano por unos 3 km.
Tras desembarcar sin problemas en la playa, llamada Paraíso por el idílico paisaje, avanzan por el lado norte de la orilla. El bosque mantiene a raya el río con sus inexpugnables tentáculos, de modo que no les queda más remedio que avanzar por las gélidas aguas, ya se a pie o bien a nado. Una gigantesca piscina que obliga a nadar más de 800m, de ahí que la hayan llamado Río Olímpico. Al intentar ahorrarse un meandro y atraídos por el sonido de una cascada, descubren un afluente que sale de una entrada de cueva lateral. Esta será la resurgencia Inalcanzada, vista de lejos. Al cabo de tres o cuatro horas de progresión, deben regresar para no excederse del tiempo acordado. Habrá que regresar a este objetivo, a la vez, misterioso y prometedor.
La tarde de este 2 de febrero los participantes del mes de febrero dormirán en Punta Arenas y se embarcarán al día siguiente en Puerto Natales a bordo de la lancha rápida de la Armada de Chile LSG Puerto Natales. Con un avance de 15 nudos de promedio, es decir, a unos 28 km/h, no tardará más de 12 horas en llegar a Guarello, mientras que nuestro buen Don Arturo no supera los 8 nudos…
Mañana, el Don Arturo dejará campamento base rumbo a Guarello. Dado que pasarán frente a la playa de la Ballena, donde hay una extraordinaria cueva con huesos de ballena, Bernard, Jean-Marc y Luc pretenden desembarcar para documentar, filmar, fotografiar y hacer un levantamiento fotogramétrico.
Por la noche se reunirán con el relevo en la base de Guarello. Pero de eso hablaremos en la siguiente crónica…