Sábado 15 de septiembre. Con la carga del contenedor se lanzó oficialmente la expedición Última Patagonia 2019, cuyos ambiciosos objetivos suponen un incremento de material y de participantes. Al día siguiente, en el marco de la Asamblea General de Centre Terre, los miembros del equipo hicieron un balance sobre el avance los preparativos tanto en Francia como en Chile.
Hoy es un gran día para el equipo de Centre Terre. Y es que, hoy, entre flamantes camiones estacionados por el fin de semana en Solygotrans, la empresa de transporte que almacena sin costo nuestros contenedores entre expediciones, hoy ¡se carga el contenedor!
A media mañana empiezan a llegar vehículos cargados a tope procedentes del suroeste, de Rhône-Alpes, de la Provence o del este de Francia. La montaña de bidones con los enseres personales va aumentando de volumen. Se ven botellas de buceo por aquí, petates de cuerdas por allá, una cocina y una secadora, botes neumáticos, motores fuera borda, una estufa de leña con sus tubos, rollos de cable, herramientas eléctricas, sin pasar por alto la plétora de maletas del equipo de cine. Un inventario sin ton sin son, a lo Prévert, que todos dudan que vaya a caber en el contenedor de 20 pies, a pesar de sus 33m3. Bajo el hangar algunos preparan las tiendas, otros verifican que los hornillos funcionen, otros montan los botes neumáticos o separan el material técnico que servirá tanto para las exploraciones del glaciar como para Madre de Dios…
No ha anochecido aún y la partida de Tetris a tamaño real acaba en victoria: ha cabido todo y, además, sobre espacio. Algo más de 12 toneladas.
Es hora de reencontrarse tomando algo y coordinar las reuniones de trabajo para organizar la expedición.
Los objetivos de la expedición 2019 definidos por Bernard Tourte, presidente de Centre Terre, en colaboración con Natalia Morata, a cargo de la coordinación del proyecto en territorio chileno, son ambiciosos. Exigen más participantes y material que en expediciones anteriores. Gilles Santantonio realizará una película documental de 90 minutos, asistido por tres cámaras y un ingeniero de sonido. Producido por MC4, este documental científico se proyectará en el canal ARTE en la franja del sábado noche.
Todo esto hace necesarios nuevos medios logísticos: unos sesenta movimientos de barco, vuelos en helicóptero y más botes neumáticos …
El 9 de enero, un habilidoso equipo zarpará en barco desde Puerto Natales, con la bodega repleta, rumbo al seno Barros Luco. Tendrán unos días para poner en marcha la cabaña con electricidad, agua corriente, conexión satelital de alta velocidad puesta a disposición por Marlink y realizar alguna ampliaciones y mejoras a los espacios comunes y las plataformas.
De Puerto Natales también saldrá un nutrido grupo rumbo al noroeste de Puerto Edén en busca de los glaciares de ablación de Campos de Hielo Sur. Compararán las formas de erosión sobre el hielo con las del karst de Madre de Dios. Intentarán explorar «molinos», tal y como se llama a los pozos excavados por las aguas de deshielo que circulan sobre los glaciares en verano.
El resto del equipo pondrá rumbo a Guarello para iniciar la operación de depósito en helicóptero de material, víveres, material de acampada, etc. en los diversos objetivos distribuidos por el norte y sur de Madre de Dios. Una vez finalizada la operación, un equipo científico ligero iniciará un transecto «Guarello/Barros Luco» con el objetivo de estudiar un campo de cometas de rocas y champiñones localizados durante la expedición de 2010. Instalarán captores de viento, temperatura y precipitación que se retirarán al final de la expedición. La finalidad es estudiar estas formas de erosión y modelizarlas.
Este año, además de los cinco C5 de Bombard, en el contenedor hemos cargado una flotilla de botecitos neumáticos cuya finalidad, de nuevo y salvando todas las distancias, nos acercará un poco más al pueblo Kawésqar, nuestros predecesores en estos indómitos parajes. Y es que, esta vez, Bernard Tourte ha decidido no dejar nada al azar, a pesar de que en 2017 la suerte nos sonrió insolentemente. El paso de acceso y salida del Barros Luco en embarcaciones de transporte es una trampa marítima por sus bajos fondos y arrecifes. Seguiremos el llamado «Paso del Indio», situado al fondo del seno Egg, un trayecto que resigue un pequeño curso de agua alimentado por un lago que, en su lado sur, está separado del Barros Luco por un collado y dos cientos metros de tierra. Sabemos que los Kawésqar, durante milenios, tiraban, arrastraban y cargaban sus canoas de corteza para superar este paso y poder llegar y salir del Barros Luco. Apreciaban el seno por su abundancia en fauna marina, dada su proximidad al mar, para cazar lobos marinos y cormoranes. El primer marinero que lo navegó en el s. XIX cuenta que, a lo largo de la orilla del seno, eran numerosas las fogatas que indicaban los campamentos de los Nómadas del Mar.
En tres meses dará comienzo la aventura en el extremo sur de Chile.
No olviden que todavía están a tiempo de colaborar con la expedición adquiriendo libros, DVDs o nuestro vino cosecha especial UP2019. También pueden colaborar con un donativo. Aún nos queda una buena cantidad para equilibrar el presupuesto…