En el campamento del Barros Luco es hora de partir. Para mañana se presente una minúscula ventana de buen tiempo, indispensable para poder evacuar al equipo del Barros Luco. Si perdemos esta oportunidad, arriesgamos quedarnos bloqueados por el temporal durante un tiempo indeterminado. Bernard y Natalia deciden enviar la No te Rindas desde el estero Egg a última hora de la tarde para que pueda avanzar por el canal Trinidad y acercarse lo más posible al Pacífico de modo que, de madrugada, pueda cruzar al Barros Luco en cuanto las condiciones de navegación lo permitan.
El 3 de marzo se dedica a ordenar la cabaña, guardar el material en bidones y cajas y descenderlo hasta la base de la tirolesa para limitar al máximo el tiempo de carga de la embarcación una vez llegue. Denis, Gonzalo y Bernard se dirigen a la Cueva de las Tres Entradas para ir a buscar el radar de murciélagos instalado desde la llegada del grupo al Barros Luco. Charlotte y Carlos vuelven al campamento Jackpot para ir a buscar la muestra de estalagmita extraída para el estudio paleoclimático y el resto del material que no se había podido descender.
En el campamento Egg, un equipo compuesto por David, Florian, Alex y Jules suben a primera hora de la tarde al campamento Noroeste y continúan con la exploración de la sima del Sueño Despierto durante el final del día. Se trata de una sima de grandes dimensiones que da acceso a un magnífico meandro excavado en mármol gris y blanco. Avanzan por unos cien metros en un entorno muy acuático antes de verse expuestos al inicio de una crecida que les obliga a dar media vuelta. Natalia y Franck topografían 150 m de galería en la parte activa de la cueva de los Piratas.
Se confirma la pequeña ventana de buen tiempo y no hay que perder ni un minuto. Por la mañana temprano asoma la No te Rindas por la caleta donde se encuentra el campamento base del Barros Luco. Sin perder tiempo, el material descendido el día antes al punto de desembarque se carga en la embarcación e Iván, el capitán de la embarcación, lleva a una parte del equipo al fondo del brazo Lastarria. Desde ahí, el grupo atraviesa a pie, en poco menos de 2 horas, los 5 km que los separan del estero Egg, donde los esperan dos zodiacs para llevarlos finalmente al campamento del estero Egg. En ese mismo tiempo, la No te Rindas regresa para buscar al resto del equipo y las últimas cargas de material para abandonar, definitivamente, el puerto de la cabaña del Barros Luco hacia las 16h. En un tiempo récord, la No te Rindas realiza el recorrido de regreso hacia el estero Egg y el equipo vuelve a estar al completo en la cabaña del Egg.
Tras una noche en el campamento Noroeste, los cuatro espeleólogos que habían explorado el Sueño Despierto el día anterior regresan al campamento base del estero Egg para contar sus peripecias y reunirse con el resto del equipo. Por su lado, después de haber realizar el mantenimiento de los botes, Franck y Jérémie salen a dar una vuelta para foguear los motores acompañados de Serge y Christian. De pasada, ven una especie de remolino en la superficie del agua y creen que se puede tratar de una emergencia que, enseguida, llaman la resurgencia de la Gasolina... Habrá que regresar...
Vuelve el mal tiempo, lo que obliga al equipo a quedarse en la cabaña del estero Egg. Charlotte y David, guiados a distancia por Tanguy, actualizan la base de datos con las coordenadas GPS tomadas durante los últimos días. Un reducido equipo de espeleólogos compuesto por Mehdi, Jérémie, Alex y Jules regresan a la Cueva de los Piratas, situada cerca del campamento, para topografiar la parte alta de la cavidad, el ramal llamado Rhino-Alto. Añaden 100 metros de topografía en este sector laberíntico de la cavidad. Pese a que las condiciones climáticas no son óptimas para las exploraciones subacuáticas, Clément y Franck intentan bucear en la resurgencia de la Gasolina localizada el día antes ante los objetivos de Serge y Carolina, que han venido a tomar fotos. Por desgracia, rápidamente descubren que la resurgencia es impenetrable: está llena de bloques. Los buzos deciden regresar a la resurgencia que se abre bajo los Piratas para retomar la exploración.
En la cabaña, bajo el mando de Nicolas, se construye un quincho para poder hacer un gran fuego en el que hacer un cordero al palo ofrecido por Iván, el capitán de la No te Rindas. Se pasa una agradable velada para celebrar el reencuentro de todo el equipo en el campamento Egg.
A primera hora de la tarde, un equipo conformado por Nicolas, Amandine, Denis y Gwladys se prepara para salir en dirección al campamento Champi. Tardarán 4 horas en llegar a causa de las condiciones meteorológicas y porque se pierden en algunos tramos del camino. La progresión es muy compleja y llega incluso a ser arriesgada a causa de las tormentas de granizo, lluvia y viento, con ráfagas que superan los 100 km/h.
Un equipo de 5 personas se dirige a la Cueva de los Piratas. Mientras que Alex y Jules inician una escalada en la parte más alejada del sistema llamado “Water World”, un equipo compuesto por Charlotte, Florian y David inician la búsqueda de instrumentos de medición dejados por los espeleólogos ingleses que vinieron en 2008. Finalmente, encuentran un captor que parece estar en buen estado, pero la batería está vacía. También se localiza una placa de vidrio depositada sobre una concreción, pero, lamentablemente, no presenta ningún depósito de calcita en la superficie. Estos elementos se devolverán después de la expedición al equipo inglés que las había dejado; se trata de un trabajo de colaboración del que esperamos nos compartan los resultados de los análisis.
A primera hora de la noche, un equipo liderado por Gonzalo y compuesto por Jaime, Matías, Jérémie, Serge, Christian y Caroline se dirige hacia la cueva Edén para instalar una red para capturar murciélagos. Lamentablemente no se observa ningún mamífero volador. Sin embargo, el equipo captura 2 pequeños colibrís que son puestos en libertad tras realizar algunas observaciones antes de regresar hacia medianoche.
Esa mañana, diluvia en el campamento Champi. El equipo compuesto por Gwladys, Nicolas, Amandine y Denis se equipa con los trajes estancos para continuar la exploración de la sima Bowling. Esta cavidad se abre en un gran pozo en medio de un maravilloso lapiaz que absorbe directamente el agua de lluvia. Los pozos se suceden en el mármol y por ellos cae agua permanentemente, lo que es indicativo de que sigue lloviendo intensamente en la superficie. Una cascada con un caudal demasiado grande detiene el avance del equipo.
En el campamento base del Egg, desde primera hora de la mañana se prepara uno de los momentos álgidos de la expedición y es que a las 10h el equipo tiene una cita por videoconferencia con las clases de Francia que siguen la expedición Última Patagonia 2023 a través de diversos proyectos escolares. Hoy es día de huelga general en Francia, pero las clases y el Rectorat de Toulouse, muy comprometidos con estos momentos de intercambio y emociones, están presentes. Tras una corta visita de la cabaña por webcam, Bernard y el equipo del Rectorar de Toulouse, compuesto por Anne-Laure, Karine y Vincent, dan inicio al intercambio de respuestas a las preguntas de los alumnos. Richard y Bernard empiezan explicando por qué se eligió Madre de Dios para esta expedición y, luego, son Florian, Franck y Alex quienes les cuentan cuál ha sido su mejor experiencia de exploración en el estero Egg; Laurent y Charlotte les hablan de la suya para el Barros Luco. Clément, Alex y Jérémie responden a varias preguntas técnicas sobre la temperatura en Madre de Dios y en las cuevas que ahí se encuentran. Se presentan los distintos instrumentos de medición científica usados durante la expedición (pluviómetro, captor-grabador, disto-X, extractor de testigos, etc.) y las particularidades de los glaciares de mármol y del karst de Madre de Dios. Caroline presenta su trabajo y su material para filmar como “camarawoman”. Natalia les cuenta las novedades de los niños de Puerto Edén y la decepción por no haber podido recibirlos, ya que hoy podrían haberse conectado directamente con los escolares de Francia. La conexión se termina después de una 1:30h de unas quince preguntas y respuestas.
Por la tarde, un equipo se dirige a la Cueva de los Piratas. Florian y David salen en dirección a las galerías terminales del “Water World” para finalizar la escalada iniciada el día anterior. Franck bucea el sifón mientras que Katia, Serge y Charlotte conforman el último equipo, acompañados por nuestros amigos chilenos, más o menos novatos en espeleología. En unas pocas horas reciben nociones sobre lectura de una topografía y cómo orientarse en una cueva. Participan en una sesión de fotografía en algunos puntos de interés de la cavidad (manchas de leopardo, hidromagnesita, cúpulas, etc.). Charlotte recoge 2 captores-grabadores instalados por Alex al principio de la expedición y toma algunas muestras de relleno sedimentario rojo que parece ser un paleosuelo (alterita). Florian y David se cruzan con el resto del equipo de regreso de la escalada, que les ha permitido llegar a un activo impenetrable. En el sifón, Franck ha logrado añadir 112 m adicionales, lo que permite contar con 207 m de desarrollo. También ha podido explorar unos diez metros de conducto detrás del sifón. Una vez fuera, todo el equipo se encuentra con uno de los zodiacs suspendido de un árbol... y es que la marea ha descendido mucho.
Un último equipo compuesto por Bernard, Alex y Jules sale en busca de la Cueva No Time. Se trata de una cueva explorada durante la expedición Última Patagonia 2008 el último día de presencia del equipo en esta zona. Después de 20 minutos de búsqueda, dan fácilmente con la entrada elevada a 6 metros de altura. De la emergencia situada cerca, en la misma bahía, sale un gran caudal en este día de intensas lluvias. Una vez se adentran en la cueva, el equipo se orienta, primeramente, en un laberinto de galerías, siguiendo la corriente de aire, su intuición y el ruido de las cascadas. Rápidamente, Bernard, que había estado durante la exploración de 2008, se da cuenta de que el recorrido actual no tiene nada que ver con el explorado entonces. Es un golpe de suerte, porque el equipo acaba de dar con un colector que consta de varias cascadas consecutivas por las que avanzan rápidamente. En menos de dos horas, se topografían 450 m de río con un desnivel de 100 m positivos, con un término temporal sobre una nueva cascada que hay que remontar. El croquis de 2008 de la planta inferior daba 640 m de desarrollo, a los que, ahora, se suman 450 m topografiados, dando como resultado un sistema de más de un kilómetro... Habrá que regresar, porque quedan por explorar varios ramales ascendentes.
En la cabaña, Laurent y Clément se han dedicado a preparar numerosas delicias para cuando regresen los grupos de exploración. Cabe mencionar la deliciosa tarta preparada por Clément.
Se anuncia una bella ventana meteorológica para este último día de exploración en el estero Egg.
Gonzalo, Jaime, Matías y Christophe montan al campamento Champi para ayudar con el porteo del material que hay que bajar. Este campamento avanzado está situado no lejos de un bosque de magníficos cometas y champiñones de roca. Junto a Nicolas, Amandine, Gwladys y Denis, el equipo se toma un tiempo para admira restos paisajes kársticos únicos y desciende tranquilamente al campamento base haciendo algunas pausas de vez en cuando para tomar muestras geológicas.
Florian, Jules, Katia y Bernard van a continuar con la exploración de la sima Sueño Despierto. El programa está bien cargado: exploración, topografía, sesión de foto y video. Tras más de dos horas de marcha llegan a la entrada de la cavidad. El meandro del río, esculpido en un excepcional mármol gris y blanco, es de gran belleza. Durante el descenso, Jules y Florian instalan la cavidad, mientras que Katia y Bernard toman fotos. El equipo desciende un nuevo pozo de 20 metros y realiza 120 metros de primera adicionales antes de llegar a un sifón terminal. Durante el regreso, una vez se finaliza la topografía, se graban secuencias para el documental.
Poco después de la salida del equipo del Sueño Despierto, Caroline y David se ponen de camino hacia el campamento Noroeste para desmontarlo y bajar el material.
Un equipo de buzos compuesto por Franck, Carlos y Jérémie, acompañado por el equipo de cine y por Serge, intenta una última inmersión en la resurgencia Golondrinas y en otra cercana. Recorren unos 100 metros de primera en la segunda, lo que da un total de 155 m y -27 m de profundidad, pero la fuerte corriente que sale de Golondrina los expulsa y deben finalizar la exploración.
Alex, Charlotte y Mehdi salen en dirección a las Arcas Perdidas. Tienen 3 objetivos: continuar la exploración de las galerías ascendentes sobre el sifón terminal y topografiarlas; hacer una coloración para saber por dónde sale el agua; y, finalmente, desinstalar la cavidad. Inyectan la fluoresceína (un colorante inofensivo y biodegradable utilizado para los trazados hidrológicos) al río sobre las 15h. Harán 320 m de primera topografiando, lo que dará un total de 1,4 km de desarrollo para 293 m de profundidad... ¡Y sigue! A las 21h se ha desinstalado la cavidad y los envuelve la noche, reservándoles una bella sorpresa en su camino de descenso hacia el campamento base y que relatan de este modo en el cuaderno de bitácora: «Nos damos el tiempo para detenernos unos minutos para contemplar este espectáculo ofrecido por la Naturaleza; saboreamos el instante de esta última excursión sobre los lapiaces de Madre de Dios. El viento se ha calmado y la luna aparece tras las nubes, iluminando los canales con un resplandor anaranjado... es uno de esos momentos que nos recuerda lo pequeños que somos en este mundo, la suerte que tenemos de estar aquí y las ganas que tenemos ya de regresar...»
Es el último día en la isla Madre de Dios. Todos se ponen en movimiento bajo una incesante lluvia para guardar más de 7 toneladas de equipos y material y cargarlos en las bodegas de las embarcaciones. Las otras dos embarcaciones, con las que ya trabajamos al principio de la expedición, habían llegado los días anteriores al estero Egg. La Don Tito, la embarcación de Juan, procedente de Puerto Edén, y la Yepayek, el barco de la CONAF, procedente de Puerto Natales. Han llegado como apoyo de la No te Rindas para transportar a los 27 integrantes del equipo de Centre Terre hasta Puerto Edén.
El equipo de expedición se levanta antes de que amanezca para desmontar las tiendas y bajar los últimos kilos de material. A las 10h Centre Terre deja Madre de Dios... una última mirada hacia esta isla que ha sido nuestra tierra de acogida y de asombro durante estos últimos dos meses y en la que sigue quedando tanto por descubrir.
Quedan unas diez horas de navegación hasta Puerto Edén, la villa desde la que hace dos meses se lanzó la expedición Última Patagonia 2023. El oleaje del canal Trinidad, procedente del Pacífico, sacude las embarcaciones. Luego, la navegación prosigue con más calma por los canales interiores de Patagonia. A las 23h llegan a buen puerto, donde los reciben María Isabel y Francisco Arroyo de la Comunidad Kawésqar Residente en Puerto Edén, acompañados por Aliro.
Nos queda por delante una larga jornada en Puerto Edén ordenando todo el material que se descarga de los tres barcos, se seca, se ordena y reacondiciona para luego cargarlo en un camión que saldrá mañana con el ferry hacia Puerto Natales. Por esas casualidades de la vida, hoy hace sol.
Por la tarde se hace una presentación de la expedición para los niños y niñas de Puerto Edén en el marco de colaboración entre Centre Terre, la Asociación Espeleológica de Patagonia y la comunidad educativa de Puerto Edén. Por la noche, saboreamos unas ricas empanadas preparadas por Isabel Negue, vecina de Puerto Edén.
Unos y otros se van despertando y se acaba de ordenar a la espera de la llegada del ferry que conecta Puerto Edén con Caleta Tortel y Puerto Natales. A eso de las 12h aparece en la bahía de Puerto Edén el ferry de TABSA. Son los últimos abrazos y despedidas con la comunidad kawésqar, las autoridades y los residentes de Puerto Edén. Se acaba de cargar el camión con todo el material de la expedición y el equipo se instala a bordo para unas treinta horas de navegación por los canales de la Patagonia. Llega a su fin la parte terrestre de la expedición Última Patagonia 2023.
A ritmo de crucero continuo de 10 nudos en promedio (~18 km/h), el ferry traza su ruta tranquilamente entre las montañas y glaciares patagónicos, cruzando albatros, lobos marinos y cormoranes. Llegamos a Puerto Natales a las 18:30h para proseguir nuestro camino en bus hasta Punta Arenas, adonde llegamos a eso de las 21:30.